lunes, 28 de enero de 2013

Anime Nippon vol.4: La Gran Aventura de la Abeja Hutch

Anime Nippon - La Gran Aventura de la Abeja Hutch- LO NUEVO DE HOY DIA - FULL
No es muy frecuente encontrar producciones animadas japonesas de calidad que estén dirigidas a los más pequeños, y que encima se conviertan en pequeños blockbusters, más que nada porque la industria del anime está poblada, o por centenares de productos estériles pensados para un público teenager, que consume carnaza animada como quien come “fast food” a diario, o por el contrario, contados anime para adultos con el distintivo de pedigrí y que cuentan con el beneplácito de la crítica gracias a su difusión en festivales (caso de las melancólicas cintas animadas de Makoto Shinkai o Mamoru Hosoda). Tal vez sea el Studio Ghibli uno de esos raros casos en los que sus objetivos artísticos a la vez que comerciales miran siempre de contentar al público más infantil, aunque a menudo seduzcan a espectadores adultos. Por estas razones expuestas resulta revelador hallar un anime tan tierno, amable por su paleta de colores, como resulta ser La Gran Aventura de la Abeja Hutch (Tetsurô Amino & Shinya Takahashi, 2010), una maravilla de la legendaria compañía Tatsunoko Production que se posicionó en la octava posición del Box Office nacional, a pesar de que en el momento de su estreno (Julio de 2010) competía muy directamente con Arriety (por aquel entonces, la última producción de la compañía deHayao Miyazaki) y nuevas entregas cinematográficas de las cansinas sagas de Pokemon y Naruto. Todo un acontecimiento para un largometraje con una serie de valores universales en desuso, ideales, como decíamos, para la infancia.
La Gran Aventura de la Abeja Hutch
En realidad, este filme en que los máximos protagonistas son los insectos cuenta en Japón con una legión de entusiastas seguidores, pues muchos nipones que ahora son padres y madres crecieron con la serie animada original, que fue emitida en 1971 (91 episodios) y que contó con una continuación sin demasiada trascendencia (1974, de 26 episodios), además de un remake producido en 1989 (y que sí fue emitido en nuestro país cuando se estaba expandiendo la radiodifusión televisiva de las cadenas privadas). Podemos considerar, pues, que La Gran Aventura de la Abeja Hutch es uno de esos animes que han pasado de generación en generación y que, por extraño que resulte, uno de eso moderados éxitos comerciales de su productora (la Tatsunoko), quien siempre se la ha rememorado por sus personajes más populares, principalmente el triunvirato formado por Comando G; Cassherny Hurricane Polymar, y en menor medida por las míticas sagas de la Time Bokan Series (una de ellas, Yatterman, adaptada a imagen real por Takashi Miike no demasiados añitos). Por si fuera poco, fue la que inspiró a la Nippon Animation para confeccionar La Abeja Maya(que empezaba su andadura televisiva un Abril de 1975 en la TV Asahi); está última mucho más aceptada y conocida por el público europeo. Así pues, detrás del largometraje que presentamos hay un bagaje y patrimonio artístico vinculado estrechamente con uno de los períodos más fértiles de la Tatsunoko y, por su relevancia comercial, de toda la historia de la animación japonesa.
La Gran Aventura de la Abeja Hutch
Su relevancia va más allá de ese sentimiento nostálgico por el anime de los 70 (un tópico que viene marcado por una generación de nuevos animadores que impulsaron y dinamizaron el sector con animaciones revolucionarias, sobre todo en el campo de la robótica). La virtud de esta adaptación para pantalla grande, aunque respetando el formato animado de esa vieja serie en que una abeja se convierte en el centro de atención de toda la comunidad de insectos, es que transmite una serie de valores que pueden sonar a típicos, pero que en los tiempos que corren no está de menos recordar. Y no por ello son desfasados, rancios o puritanos. Al contrario. En los cien minutos de metraje asistimos al compañerismo de una parte de una comunidad del reino de los insectos para ayudar a una abeja a encontrar a su madre (la reina de la colmena), que ha sido secuestrada por un ejército de avispones. Aunque su argumento sea muy sencillo y esquemático (hay que pensar con el demógrafo al cual va dirigida), la trama se irá complicando cuando la abeja conecte sensorialmente con una niña solitaria en una pequeña ciudad rural. Entre todos harán frente a la amenaza de un grupo de avispones que han visto como su colmena ha sido desplazada por la mano del hombre. Y a pesar de que sea ficción, y de que científicamente resulta del todo imposible que una abeja y un avispón puedan unir fuerzas ante calamidades provocadas por la fuerza de la naturaleza, ambas especies de himenópteros deben pacificar sus disputas territoriales para poder salvar sus comunidades, reforzando así otro de los valores de no agresión y pacificación que uno debe aplicar con sentido común a lo largo de su existencia y que sus creadores han querido transmitir en el clímax final. Con buenos propósitos educativos, pues, la versión contemporánea, en formato de largometraje, de La Gran Aventura de la Abeja Hutch es una relectura dócil del añejo serial (un poco más belicoso y más incidente en el espíritu de auto-superación, muy vigente en la sociedad japonesa del momento), capaz de ser disfrutada placenteramente o de interpretarse desde el punto de vista didáctico.

Un anime recomendable para todos los que verdaderamente apoyan y disfrutan del cine de animación, sin que les importe su nacionalidad o las franjas de edad al cual puede ir dirigido en función de sus temáticas. El mundo de los insectos desde el prisma nipón, desde los ojos de una abejita en edad de crecer, pero al mismo tiempo muy adulta.
La Gran Aventura de la Abeja Hutch

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