Pero era difícil estar seguro, ya que los viajeros europeos más tarde aumentó su propagación en el Pacífico y en otros lugares. Esto también ha creado un legado genético complejo que oculta sus orígenes. Ahora, los investigadores han regresado y obtuvo ADN de muestras de museos, entre ellos algunos recogidos por la tripulación de Cook, y encontramos que el ADN indica que los polinesios que llegó hasta América del Sur.
Restos arqueológicos parecen poner cultivo de camote en el núcleo de la Polinesia en el año 1200, y se extendió con las migraciones posteriores a lugares como Nueva Zelanda y Hawai. Es posible que la planta se había extendido naturalmente como semillas a través del océano y polinesios aprendido a cultivar de forma independiente. Uno de los argumentos en contra de esto es el hecho de que los términos polinesios para la cosecha parecen estar estrechamente relacionada con su nombre en quechua, la lengua de los Andes peruanos. ("Kuumala" y derivados vs "kumara" y familiares.)
Eso, y el hecho de que los polinesios hace más de él al otro lado del Pacífico, claramente llegando hasta Isla de Pascua. Sin embargo, llegar a América del Sur y luego regresar con los cultivos es absolutamente un paso significativo más allá de eso.
Tratando de armar un modelo de la patata dulce está muy disperso basado en cosas como los informes históricos, conocidos viajes humanos, e información genética, sin embargo, ha sido todo un lío. Incluso las ideas más simples que sean consistentes con los datos implican la patata dulce de entrar en el Pacífico a través de tres vías diferentes, y entonces potencialmente hibridarse con las cepas que ya están en residencia.
Puede ser complicado, pero el nuevo estudio genético proporciona apoyo a esta triple (tripartito) asalto en el Pacífico. Los investigadores comienzan con un estudio detallado de las variedades que se encuentran en América del Sur, América Central y el Caribe. El equipo investigador, con sede en Francia, encontró que hay dos poblaciones distintas: una cepa del norte, que se encuentran en México y el Caribe, y una del sur, una en los Andes, donde la cosecha fue domesticado por primera vez. (También hay una zona de superposición y mezcla entre los dos.)
Parientes genéticos de la cepa del norte llegó al Pacífico a través de dos rutas. En el primero, el comercio con las Filipinas durante la época colonial española lo llevó allí, desde ese lugar, difundido en el continente asiático y algunas cepas de la isla. Pero la tensión Caribe se abrió camino a través del Atlántico, a través de Madagascar y en Indonesia. Su llegada, probablemente en la década de 1700, transformó la agricultura de las tierras altas de Nueva Guinea, que había sido anteriormente se centraba en taro. Los cambios culturales siguen en su estela.
Mayoría de los cultivares modernos descienden de alguna combinación de estas dos invasiones.Pero las muestras de museos, entre ellos algunos recogidos por los primeros viajeros europeos, muestran que esto no es probable que sea el caso, antes de finales de 1800. Antes de eso, la mayoría de las cepas se sembraron directamente de las fuentes iniciales, con muy poco mestizaje.
La otra cosa que las muestras del museo indicar es que, antes de extensos viajes por Europa en el Pacífico, había otra forma, genéticamente distintas de la patata dulce presente en el este de la Polinesia. Y eso parece haberse originado a partir de la población del sur, se centró en los Andes.Ya estaba presente en la Polinesia antes de que los colonos dejaron la región para establecerse en Hawaii y Nueva Zelanda.
Dado que ya sabemos polinesios tenían la tecnología para realizar viajes de larga distancia a través del Pacífico, la explicación más simple de esto es que lo hicieron llegar a América del Sur, probablemente en algún lugar alrededor del año 1000. Y, lo más sorprendente es que algunos de ellos al parecer se dio la vuelta y viajó de nuevo al otro lado del Pacífico.
Esto, combinado con los resultados de la semana pasada mostraron que los viajeros procedentes de la India llegaron a Australia hace más de 4.000 años, proporciona una evidencia impresionante de cuán móvil algunos de nuestros antepasados han sido. Y se las arreglaron para viajar esa distancia con tecnologías que generalmente me consideran primitivo. Pero es importante tener en cuenta que, sólo porque no se subían en una canoa abierta y la cabeza hacia el Pacífico, no habría significado la muerte segura para cualquier persona con los conocimientos adecuados.
Arstechnica
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